Trabajo Final: Hernán Strasser
Convergencia de los Hábitos Culturales en los Adolescentes
En la siguiente reflexión tomaré como punto de análisis una
situación emergente de una clase en un día común. A partir de la misma podre reflexionar acerca de los aportes de Néstor García Canclin en sus
análisis de la Ciudadanía y el Consumo y de Roberto Igarza.
“Para vincular el
consumo con la ciudadanía, y a esta con aquél, hay que desconstruir las
concepciones predominantemente las irracionales y a las que solo ven los
ciudadanos actuando en función de la racionalidad de los principios
ideológicos” Néstor García Canclin- Ciudadanía y Consumo-
Alumno- “Profe no quiero estudiar más, yo quiero
trabajar y comprarme un auto”
Profesor (Yo)- “Un auto no dura para toda la vida, en cambio un
título te brinda fuentes de trabajo,
y después podes decidir qué comprarte y qué no”
Esta situación sucedió en un día
de clases común y corriente en el cual un alumno que asistía a mis clases
plantea la inquietud de no querer estudiar más y trabajar para poder comprarse
un auto. A simple vista se puede considerar como “bueno” que el alumno tenga
ánimos de superación y considere una posibilidad trabajar para poder comprarse
lo que en ese momento tenía como objetivo.
En esa ocasión, en el transcurso
de la clase, lo que consideré una respuesta fue el poder hacerle ver que el
objetivo que él tenía era a corto plazo,
que a un auto se puede llegar fácilmente pero que a través del estudio no solo
podía llegar a su objetivo sino que también era un medio para conseguir lo que
considere necesario. De este modo trate de hacerle repensar su exposición de
manera que continúe con sus estudios y reflexione sus beneficios.
Como cité anteriormente, a simple
vista puede considerarse tanto la exposición del alumno como la respuesta del
profesor ( yo) como “valedera”, ya que se produjo en medio del desarrollo de
una clase como una inquietud del alumno y como una respuesta a tal inquietud.
Ahora bien es notable como ambos discursos están atravesados por una
idiosincrasia que pocas veces nos detenemos a analizar y tratar de dar
respuestas un poco más profundas y elaboradas o por lo menos desentrañar el
porqué de esas inquietudes que a menudo se suelen escuchar por parte de los
alumnos o personas en general y el porqué de esa respuesta por parte del
profesor que a su vez suele escucharse con frecuencia.
En líneas anteriores esbozaba que
“ambos discursos están atravesados por
una idiosincrasia que pocas veces nos detenemos a analizar y tratar de dar
respuestas un poco más profundas y elaboradas o por lo menos desentrañar el
porqué de esas inquietudes que a menudo se suelen escuchar por parte de los
alumnos o personas en general y el porqué de esa respuesta por parte del
profesor que a su vez suele escucharse con frecuencia”.
Retomando parte de la descripción
de dichos discursos planteé que los mismos se encuentran atravesados por una
idiosincrasia, un pensamiento o una forma de vivir notablemente capitalista, a
simple vista se podía considerar valedero ambos discursos ya que se encuentran
atravesados por dicha forma de vivir, pero si nos detenemos en el discurso del
chico, su objetivo próximo es de corte consumista, dejar de estudiar para
comprase un bien útil, y de alguna manera seguir ese ritmo enérgico de esta
sociedad, “saltando” muchas etapas de su vida por un lado e implícitamente
también considerarse integrado o “a la par” en dicha sociedad.
A esta situación claramente Nestor Canclin podría en marcarla dentro de sus enunciados:
“El mercado desacreditó esta actividad de una manera curiosa: No solo
luchando contra ella, exhibiéndose más eficaz para organizar las sociedades,
sino también devorándola, sometiendo la política a las reglas del comercio y la
publicidad del espectáculo y la corrupción”. Nestor García Canclín-
Consumidores y Ciudadanos-
“A las empresas comerciales les interesa desvirtuar nuestra jerarquía de
necesidades con el fin de promover una visión materialista de los bienes, minimizando
la importancia de lo invendible”. No
obstante la respuesta del profesor no es menos consumista que la de su
alumno ya que en concordancia a lo anteriormente expuesto su respuesta sobre
los beneficios del estudio no es más que para llegar a conseguir trabajo el día
de mañana o comprar lo que desee y lejos está de motivar el cultivo del
intelecto. Es en este mundo
altamente capitalista en el que nos encontramos y al que queremos seguirle el
ritmo, nos lleva a actuar en
concordancia a ello. Y es ese miedo a la desaprobación la que nos hace
vivir, pensar y opinar como la mayoría (conseguir trabajo, tener la casa, comprar
el auto, etc y ese ritmo enérgico en el que pocas veces nos sentamos a
reflexionar detrás de qué nos dirigimos, hacia donde están orientados nuestros
esfuerzos, qué es lo que queremos conseguir o lograr como fin último. Al
parecer solamente nos movemos al ritmo de la sociedad en la que nos
encontramos, tratando de buscar esa satisfacción, ese reconocimiento u esa felicidad
mediante el consumo de los materiales que como planteaba anteriormente las
empresas comerciales nos hacen creer que “eso” es importante, necesario,
primordial para una vida feliz. “
Al parecer esta forma de actuar
forma parte de los Hábitos Culturales
que se vienen gestando a parir del desarrollo del capitalismo y de la cada vez
más acentuada Globalización. El comercio, la cultura, la ciudadanía, la
política entre otras atraviesan el
escenario de vida de los jóvenes y adultos del siglo XXI, y es ese comercio y
ese ritmo de vida el que nos lleva a vivir corriendo detrás de algo que a veces
no sabesmos que es pero seguimos corriendo. Parte de este ritmo de vida nos
llevó a cambiar los hábitos de descansos a los que estábamos acostumbrados en
tiempos pasados, a lo que Rifkin del libro de Roberto Igarza describe: “las
redes comerciales de todo tipo y naturaleza tejen una red entorno a la
totalidad de la vida humana mercantilizando toda experiencias de vida”
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