viernes, 26 de octubre de 2012

Trabajo Final de Maria Zubizarreta



Transformaciones socioculturales y los adolescentes en transición.
Adolescencia y juventud en transición, configuran los nuevos desafíos del contexto actual. la ruptura de paradigmas sociales (donde el trabajo estructuraba significativamente la identidad y la educación era considerada  la herramienta mas eficaz para su logro) pone en riesgo la construcción subjetiva en desarrollo, al tiempo que plantea paradojas en las elecciones de los jóvenes. Soledad, miedo, confusión  son algunas de los sentimientos mas frecuentes en los adolescentes y jóvenes.


Roberto Ygarza: 

“La Sociedad del Ocio Intersticial representa un verdadero desafío para la cultura. […].” 
Un fenómeno social que tiende a transformar en profundidad la producción y la distribución de contenidos.

Zygmunt Bauman: Modernidad líquida 
Como categoría sociológica, es una figura del cambio y de transitoriedad, 
de la desregulación y liberalización de los mercados.
La metáfora de la liquidez –propuesta por Bauman– intenta dar cuenta de la precariedad de los vínculos humanos en una sociedad individualista y privatizada, 
marcada por el carácter transitorio y volátil de sus relaciones. 
Sociedad líquida siempre cambiante –incierta y cada vez más imprevisible, 
es la decadencia del Estado del Bienestar.



Henry Jenkins: La cultura de la convergencia de los medios de comunicación
La convergencia mediática, anuncia la coexistencia de los nuevos medios digitales con el auge de una cultura participativa. Proceso de transformación cultural.
Flujo de contenido.
Fenómenos de transmediación: la cultura multimedia y de participación.
Néstor García  Canclini:
 "Consumidores y ciudadanos". 
Las transformaciones sociales en las grandes ciudades 
y los cambios en las relaciones políticas a raíz del auge de las industrias de comunicación. 
También discute el impacto de la globalización y cómo los ajustes de las diferencias 
multiculturales aumentan la desigualdad social.

El adolescente se encuentra inserto en una sociedad que sufre profundos cambios, que generan nuevos valores, modos de vida y que rompen con aquello que en algún momento le brindara seguridad. Hoy debe reflexionar y, con consiguiente, re-significar su posición frente a si mismo y frente a los demás. su historia individual es atravesada por la complejidad social, propiciando de alguna manera una mayor vulnerabilidad en esta etapa critica que viven los jóvenes.
Por otra parte, a esta crisis evolutiva que atraviesa el joven, se le agregan las características de la globalización, pues la sociedad actual rinde culto a valores que se vinculan con la satisfacción inmediata de los deseos y con el acercamiento a un ideal de vida. Ademas, los modelos de consumo son impuestos de una manera violenta a través de los medios de comunicación  y se fantasea con la rápida consecución de un objeto cuya posición garantice la ausencia de poder, felicidad etc.
De este modo, el adolescente se ve envuelto en una crisis personal y, ademas, en la crisis de valores reinantes en el contexto social. tal situación acrecienta la vulnerabilidad del sujeto y, por lo  tanto, la posibilidad de crear y reproducir riesgos, como así también la posibilidad de desarrollar conductas que pongan en riesgo su seguridad o la social.
Finalmente concluyo, la alfabetización mediática, la capacitación crítica de calidad, es la clave para los adolescentes que transitan las nuevas transformaciones socioculturales.


jueves, 25 de octubre de 2012


Trabajo Final: Hernán Strasser

Convergencia de los Hábitos Culturales en los Adolescentes

En la siguiente reflexión tomaré como punto de análisis una situación emergente de una clase en un día común. A partir de la misma  podre reflexionar acerca de los   aportes de Néstor García Canclin en sus análisis de la Ciudadanía y el Consumo y de Roberto Igarza.
Para vincular el consumo con la ciudadanía, y a esta con aquél, hay que desconstruir las concepciones predominantemente las irracionales y a las que solo ven los ciudadanos actuando en función de la racionalidad de los principios ideológicos” Néstor García Canclin- Ciudadanía y Consumo-
Alumno- “Profe no quiero estudiar más, yo quiero trabajar y comprarme un auto”
 Profesor (Yo)- “Un auto no dura para toda la vida, en cambio un título te brinda fuentes de     trabajo, y después podes decidir qué comprarte y qué no”

Esta situación sucedió en un día de clases común y corriente en el cual un alumno que asistía a mis clases plantea la inquietud de no querer estudiar más y trabajar para poder comprarse un auto. A simple vista se puede considerar como “bueno” que el alumno tenga ánimos de superación y considere una posibilidad trabajar para poder comprarse lo que en ese momento tenía como objetivo.
En esa ocasión, en el transcurso de la clase, lo que consideré una respuesta fue el poder hacerle ver que el objetivo que él tenía  era a corto plazo, que a un auto se puede llegar fácilmente pero que a través del estudio no solo podía llegar a su objetivo sino que también era un medio para conseguir lo que considere necesario. De este modo trate de hacerle repensar su exposición de manera que continúe con sus estudios y reflexione sus beneficios.
Como cité anteriormente, a simple vista puede considerarse tanto la exposición del alumno como la respuesta del profesor ( yo) como “valedera”, ya que se produjo en medio del desarrollo de una clase como una inquietud del alumno y como una respuesta a tal inquietud. Ahora bien es notable como ambos discursos están atravesados por una idiosincrasia que pocas veces nos detenemos a analizar y tratar de dar respuestas un poco más profundas y elaboradas o por lo menos desentrañar el porqué de esas inquietudes que a menudo se suelen escuchar por parte de los alumnos o personas en general y el porqué de esa respuesta por parte del profesor que a su vez suele escucharse con frecuencia.
En líneas anteriores esbozaba que “ambos discursos están atravesados por una idiosincrasia que pocas veces nos detenemos a analizar y tratar de dar respuestas un poco más profundas y elaboradas o por lo menos desentrañar el porqué de esas inquietudes que a menudo se suelen escuchar por parte de los alumnos o personas en general y el porqué de esa respuesta por parte del profesor que a su vez suele escucharse con frecuencia”.
Retomando parte de la descripción de dichos discursos planteé que los mismos se encuentran atravesados por una idiosincrasia, un pensamiento o una forma de vivir notablemente capitalista, a simple vista se podía considerar valedero ambos discursos ya que se encuentran atravesados por dicha forma de vivir, pero si nos detenemos en el discurso del chico, su objetivo próximo es de corte consumista, dejar de estudiar para comprase un bien útil, y de alguna manera seguir ese ritmo enérgico de esta sociedad, “saltando” muchas etapas de su vida por un lado e implícitamente también considerarse integrado o “a la par” en dicha sociedad.
A esta situación claramente Nestor Canclin podría en marcarla dentro de sus enunciados:
El mercado desacreditó esta actividad de una manera curiosa: No solo luchando contra ella, exhibiéndose más eficaz para organizar las sociedades, sino también devorándola, sometiendo la política a las reglas del comercio y la publicidad del espectáculo y la corrupción”. Nestor García Canclín- Consumidores y Ciudadanos-
A las empresas comerciales les interesa desvirtuar nuestra jerarquía de necesidades con el fin de promover una visión materialista de los bienes, minimizando la importancia de lo invendible”.  No obstante la respuesta del profesor no es menos consumista que la de su alumno ya que en concordancia a lo anteriormente expuesto su respuesta sobre los beneficios del estudio no es más que para llegar a conseguir trabajo el día de mañana o comprar lo que desee y lejos está de motivar el cultivo del intelecto. Es en este mundo altamente capitalista en el que nos encontramos y al que queremos seguirle el ritmo,  nos lleva a actuar en concordancia a ello. Y es ese miedo a la desaprobación la que nos hace vivir, pensar y opinar como la mayoría (conseguir trabajo, tener la casa, comprar el auto, etc y ese ritmo enérgico en el que pocas veces nos sentamos a reflexionar detrás de qué nos dirigimos, hacia donde están orientados nuestros esfuerzos, qué es lo que queremos conseguir o lograr como fin último. Al parecer solamente nos movemos al ritmo de la sociedad en la que nos encontramos, tratando de buscar esa satisfacción, ese reconocimiento u esa felicidad mediante el consumo de los materiales que como planteaba anteriormente las empresas comerciales nos hacen creer que “eso” es importante, necesario, primordial para una vida feliz. “
Al parecer esta forma de actuar forma parte de los Hábitos Culturales que se vienen gestando a parir del desarrollo del capitalismo y de la cada vez más acentuada Globalización. El comercio, la cultura, la ciudadanía, la política entre otras  atraviesan el escenario de vida de los jóvenes y adultos del siglo XXI, y es ese comercio y ese ritmo de vida el que nos lleva a vivir corriendo detrás de algo que a veces no sabesmos que es pero seguimos corriendo. Parte de este ritmo de vida nos llevó a cambiar los hábitos de descansos a los que estábamos acostumbrados en tiempos pasados, a lo que Rifkin del libro de Roberto Igarza describe: “las redes comerciales de todo tipo y naturaleza tejen una red entorno a la totalidad de la vida humana mercantilizando toda experiencias de vida”